Tal vez esta sea una reflexión muy puntual, pero puede
resultarte útil, ya que alguna vez puedes necesitar dar aliento a alguien
cercano que se encuentre enfermo.
Es fácil que una persona que está enferma llegue a sentirse
deprimida y que su vida se centre entorno a su enfermedad. En muchos sentidos,
la casa donde el individuo está confinado se convierte en un mundo.
Frecuentemente, las únicas salidas de casa son las visitas al médico y los
únicos cambios que ocurren en la vida inmediata son causados por aspectos relacionados
con la enfermedad.
Esta situación tan típica es difícil de llevar no solamente
para la persona enferma, sino también para el familiar que proporciona el
cuidado. El cuidador corre un alto riesgo de sufrir los efectos de la
depresión, al igual que el paciente. Si el cuidador intenta mantener la
motivación y el espirítu del paciente, se beneficiarán los dos.
A continuación se expone una serie de formas en se puede
estimular el nivel de ánimo y motivación de un ser querido enfermo.
-Intente introducir satisfacciones en la vida diaria que el
paciente puede esperar con frecuencia o regularidad. No importa si es algo
pequeño como un breve masaje o un postre preferido: el hecho de tener algo que
esperar cada día le ayudará a sentirse más motivado.
-Es importante celebrar los pequeños logros diarios del
individuo como modo de ayudarle a cambiar un patrón de creencias negativas
sobre sí mismo. El individuo empezará a sentir que tiene más control sobre su
mundo con cada nuevo logro.
-Un paseo pequeño o simplemente el salir de casa una vez a
la semana aumentará el nivel de motivación de la persona. Un cambio de
escenario provoca un sentido de anticipación y funciona como estímulo mental.
Muchas veces, un paseo en coche o una hora pasada en un parque puede ser
suficiente para romper la monotonía de estar confinado en casa.
-Intente hacer sentir al individuo enfermo que está haciendo
una contribución a la familia, hogar, o comunidad. Todos tenemos la necesidad
de sentirnos útiles y participar en actividades significantes. Para facilitar
la organización de estas actividades, piense en la historia e intereses pasados
del individuo.
-¡No hay que olvidar que el nivel de ánimo y fé del entorno
es tan importante como el nivel de motivación del individuo enfermo! Es imprescindible
que los involucrados aprendan a reconocer cuando su propio nivel de motivación
está muy bajo y que tomen tiempo para descansar y recargarlo.
-Y sobretodo, cuidar que el enfermo no pierda la Fe y el
amor por la vida...